«No hay belleza más cierta que la sabiduría que encontramos en las personas».
«Todo es amarillo» es el primer libro de narrativa de Irene Delponte y el segundo que publica este año. «La cocina de Santé» fue su debut en el mundo del libro y la llegada de esta segunda obra confirma dos cosas: que Delponte es una persona con un impulso creativo enorme y que todo lo que hace, por diferente que sea, tiene sentido en el universo que construye con sus artes.
Editado por Fardo, «Todo es amarillo» es un libro elegante, delicado y cómplice. En eso se parece a la abuela que nos cautiva desde la primera página de estos cuentos. Ahora pienso que sería más adecuado llamarlos episodios y no cuentos, pues la ausencia de títulos y la recurrencia de personajes y motivos habilita a leerlo como una novela.
En este libro —que, como todo, es amarillo— la autora nos ofrece una colección de escenas donde conviven pasajes de belleza sutil y escenas primorosamente grasientas, verdades incómodas, amistades soldadas, amores desromantizados y repuestos de fe.
Publicado originalmente en 25Siete
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