top of page

«La cocina de Santé», de Irene Delponte



«No puedo esperar la objetividad con que será escrita», me escribe Irene, la autora de este libro que me propongo reseñar cuando le aviso que escribiré estas líneas. Irene es una amiga a la que conocí gracias a ese espacio tan ambivalente que llamamos “las redes” —y gracias a otras circunstancias más bien bochornosas que siguen haciéndonos reír cada vez que nos encontramos. Esta introducción es, pues, para confesar que esta no será una reseña objetiva (spoiler: ninguna lo es).

Sin embargo, en honor a algo parecido a la transparencia, esto queda dicho para quien siga leyendo: Irene Delponte no solo es una gran amiga, sino que también es una profesional admirable en todo lo que hace. Y el recién editado «La cocina de Santé» no es la excepción. Este no es solo un libro que luce bonito en una mesa de café. Es un libro precioso, sí, pero también es un libro preciado.


Es precioso porque la autora ha construido, en paralelo a su ética gastronómica, también una estética única y reconocible desde el origen de sus emprendimientos culinarios. Las páginas de este libro tienen paletas de colores que acompañan la estacionalidad de las materias primas, y la composición fotográfica nos invita a acompañarla en los viajes, turísticos y gastronómicos, que ilustran sus recetas.

Es preciado porque contiene las recetas de algunos platillos por los que muchas personas han recorrido la ciudad con ansias y una gula tan honesta que no puede ser pecado. Contiene además escenas que nos acercan al proceso creativo o al por qué de muchas de esas delicias. Nos ayuda a entender que se puede tener un vínculo con una receta como el que se tiene con un amigo (o enemigo, digamos todo).


Sí, es un libro que se anima a decir que no hay amor detrás de la cocina, en toda una declaración de principios que puede no agradar a todos. Lo bueno es que cuando sacamos esas cuatro letras tan manidas y un poco bastardeadas, nos encontramos con mucho, mucho más.

Publicado originalmente en 25Siete

Comments


bottom of page