La bellísima película «Llámame por tu nombre» (2017) me lanzó, como un destino inevitable, a la lectura de la novela homónima de André Aciman. Llegué a esas páginas conmovida y fascinada por la historia de Elio y Oliver. Llegué buscando más. O buscando lo mismo, pero con otro formato. La novela estuvo a la altura de la emoción.
Poco después se supo que Aciman publicaría una continuación de la historia y la expectativa era grande. «Encuéntrame», publicado en español a mediados de 2020, se promocionó con frases como “esperadísima secuela” y “vuelven Elio y Oliver”.
¿Puede un libro decepcionarnos y fascinarnos al mismo tiempo? Quienes compren esta novela con la avidez del reencuentro deberán aprender a sobrellevar la frustración: será preciso transitar 115 páginas para toparse con la primera mención a uno de los esperados personajes. Parece mucho pedir para un libro que, en total, tiene 267 páginas.
Sin embargo, es un viaje que vale la pena. Lejos de ser un “servicio al fanático”, «Encuéntrame» propone una mirada inteligente, profunda y conmovedora sobre las historias que nos atraviesan a lo largo de nuestras vidas y las posibilidades de empezar de cero o retomar viejos amores. Amores de esos que son como un rayo cortazariano.
Por sobre todas las cosas, «Encuéntrame» es un libro sobre el tiempo y el destino o, mejor dicho, sobre las vidas que vivimos a través de otros que estuvieron antes y de quienes vendrán a pisar sobre nuestros pasos. A diferencia de lo que ocurre con las fábulas, la moraleja no aparece al cierre, sino que se desliza como al pasar durante el viaje: “El tiempo es siempre el precio que pagamos por la vida no vivida”.
Publicado originalmente en 25Siete
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