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Lenguaje para todes [Una guía básica para entender el lenguaje inclusivo ]


Habrás notado que algunos de los contenidos de Harta aclaran que están escritos con “lenguaje inclusivo”. ¡En esta nota quiero contarte de qué se trata este camino que elegimos!


En idioma español, el género masculino se considera universal o neutro; por eso se lo emplea para referir a un colectivo mixto: si en una reunión hay veinte maestras mujeres y un maestro varón, se dirá “los maestros”.


Distintos movimientos de mujeres, así como personas que no se identifican con un género binario (hombre o mujer), vienen reclamando desde hace tiempo que el lenguaje cambie y poder sentirse representades en los discursos. “Lo que no se nombra no existe” es el lema de muchas de estas movidas.


Las propuestas más extendidas de lenguaje inclusivo fueron las de sustituir la “o” por la “@“ o por una “x”. El problema con estas dos opciones es que son imposibles de pronunciar, por lo que solo funcionan en textos escritos. Y si alguna persona necesita un software lector de textos, seguramente tenga problemas para decodificarlos con este tipo de redacción.


Otra opción, que es la que varios gobiernos han implementado para sus comunicaciones oficiales, se llama desdoblamiento y consiste en referir siempre al masculino y al femenino cuando hay colectivos mixtos: “los y las ciudadanas”, “las niñas y los niños”. Muches critican esta forma porque produce textos engorrosos y extensos, que muchas veces complican la comprensión del mensaje.


Finalmente, la opción de elegir la letra “e” como una marca de género neutra supera la dificultad de las dos primeras propuestas —porque sí se puede pronunciar— y no satura el texto con duplicaciones reiteradas. Por estas dos razones es que en Harta decidimos emplear la “e” en algunos contenidos, como seguro ya te diste cuenta.


Aunque suene como una buena forma de generar inclusión, todas estas propuestas no son bien vistas por la Real Academia Española (RAE), que considera que la discriminación a la mujer es un hecho social y no lingüístico. Por otro lado, quienes han impulsado estas modificaciones entienden que el lenguaje es la base de nuestro pensamiento, y que un lenguaje que incluya la diversidad puede favorecer actitudes más abiertas y tolerantes.


Además, explican que el lenguaje es, en esencia, cambiante y que constantemente evoluciona para adaptarse a cada época y a las necesidades de las personas. Es desde las personas hacia la academia, no de la academia para las personas. Si millones de personas comienzan a usar estas formas del lenguaje, ¡las academias van a tener que terminar reconociéndolas!


El debate está abierto, ¿vos qué pensás? ¿Creés que podrías hablar y escribir en lenguaje inclusivo? ¡Contanos!


Publicado originalmente en Harta

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